En la clase de Biología hicimos observaciones sobre las pruebas de la evolución. La evolución no se puede demostrar en la actualidad por su extremada lentitud, sin embargo la podemos obtener a partir de una serie de hechos que prueban su existencia, como por ejemplo: fósiles, improntas, ósea y, partes blandas. La profesora trajo diversos materiales (árboles, huesos, hojas) fosilizados y en improntas.
La imagen que se encuentra debajo del texto es un ejemplo de pruebas de fósiles, llamados amonites, Éstos son derivados de los moluscos cefalópodos. Los moluscos cefalópodos existieron en los mares desde el período devónico (hace 340 millones de años) hasta fines del cretácico (70 millones de años). Actualmente están extintos.
La siguente imagen muestra madera petrificada, que viene del bosque petrificado. Hace referencia a un yacimiento paleontológico en el que abundan los fósiles de árboles La petrificación de la madera ocurre cuando troncos y ramas quedan sepultadas por sedimentos o cenizas volcánicas, causando que no puedan descomponerse. La impronta vegetal es de la era Cenozoica.
Los gasterópodos fueron exclusivamente marinos y aparecieron a finales del Cámbrico y el Ordovícico. La mayoría de los gasterópodos paleozoicos pertenecen a grupos primitivos, unos pocos de los cuales sobreviven hoy día, mientras que durante el Carbonífero se observan muchos de los modelos presentes de los gasterópodos actuales.
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